A veces, como dice la película, llega suavemente, casi ni lo notas, te das cuenta al cabo del tiempo. Pero otras, como me ha pasado a mí en este caso, resulta ser un auténtico y total flechazo...
Después de ver ayer (ya lo se, a buenas horas, pero más vale tarde que nunca) The Royal Tenenbaums, estoy irrevocablemente enamorada de esta canción.
Y de la escena, y de la película en general, y de Luke Wilson, pero sobre todo de la canción.
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